Yo te enseñaré lo que hay, lo que queda en la chistera; no te muevas mientras lo hago pero, por si acaso, grita cuando lo veas aparecer. Grita fuerte, así los demás creerán que ven lo mismo que tú...
Tomad este regalo que os doy. Todo depende de la convicción. La voluntad y la conciencia de las cosas generan una fuerza unidireccional al estado de gracia.